El uso de antidiabéticos como Ozempic, Wegovy o Mounjaro por parte de famosos ha generado una gran controversia, ya que muchos de ellos aparentemente no los necesitan y, en su mayoría, reniegan de su uso. Un ejemplo destacado es el de las Kardashian.
Estos fármacos pertenecen a la familia de los análogos del GLP1 y están indicados para personas con diabetes, pero han sido utilizados por famosos con fines de adelgazamiento, aunque durante meses ninguno de ellos lo confesaba.
Se ha dejado de lado la discusión sobre cómo estos medicamentos pueden ayudar a las personas con diabetes tipo 2 a regular sus niveles de azúcar en sangre para enfocarse en un fabuloso efecto secundario: ayudar a perder hasta un 15% de peso, según un artículo publicado por El País de España.
El precio de medicamentos como el Ozempic, por ejemplo, es de 142 dólares por un tratamiento que dura un mes.
Albert Lecube, vicepresidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, explicó que este tipo de fármacos envían una señal al cerebro indicando que se ha consumido suficiente comida, lo que genera una sensación de saciedad.
El GLP1 natural dura unos pocos minutos, pero sus análogos pueden prolongar sus efectos hasta siete días, dando una sensación de saciedad duradera. Por eso el Ozempic se pincha una vez a la semana, dijo.
“La persona con obesidad está siendo juzgada cada día. Es una enfermedad que no permite la privacidad”, denunció. “Eso puede hacer que algunos tengan reparos a decir que usan fármacos, porque se extiende la idea de que eso significa que no tienen fuerza de voluntad”, añadió.
“La sociedad tiene que diferenciar lo que es el deseo de tener un cuerpo más normativo del tratamiento de una enfermedad”, denunció el doctor Lecube al comentar la escasez de este medicamento.
Francisco Pajuelo, director médico de Novo Nordisk en España, la compañía farmacéutica productora de Ozempic, ha anunciado que la escasez de este medicamento se mantendrá durante todo el año 2023.
Cristóbal Morales, endocrino del hospital Virgen de la Macarena de Sevilla y experto en ensayos de análogos del GLP1, afirma que nunca había presenciado algo tan potente. Se espera que estos fármacos ocupen un espacio significativo en el tratamiento de la obesidad, incluso comparable a la cirugía bariátrica.
En las décadas de los ochenta, el aumento del consumo de alimentos ultraprocesados y la comida rápida por parte de la industria alimentaria llevó a un incremento alarmante de la obesidad. Inicialmente, esto ocurrió en países de altos ingresos y se extendió posteriormente al resto del mundo. La obesidad se convirtió en una pandemia, afectando a más de 650 millones de personas según la Organización Mundial de la Salud, triplicando las tasas registradas en los años setenta.