La historia de Ladan y Laleh Bijani es realmente desgarradora y muestra hasta qué punto las personas están dispuestas a llegar por una oportunidad de llevar una vida «normal». A pesar de las advertencias y los riesgos, decidieron seguir adelante con la operación debido a su deseo de vivir de manera independiente.
Las siamesas craneópagas (unidas por la cabeza) son extremadamente raras, y la cirugía para separarlas es un procedimiento altamente complejo y arriesgado, especialmente en adultos. En este caso, las hermanas compartían una vena crítica en sus cerebros, lo que complicaba aún más la operación.
La cirugía, llevada a cabo por un equipo altamente calificado de 28 médicos y más de cien asistentes, fue un evento histórico. Pero a pesar de sus mejores esfuerzos, la operación resultó en la trágica pérdida de ambas hermanas, que murieron sin despertar de la anestesia.
Esta operación representó un hito en la historia médica y, aunque tuvo un final trágico, sirvió para incrementar nuestro entendimiento y capacidad para manejar casos similares en el futuro. Aunque la pérdida de Ladan y Laleh Bijani fue profundamente triste, su valentía y determinación dejan un legado duradero que no se olvidará.