Las personas LGTBI tienen una serie de circunstancias, “mayoritariamente sociales”, que hacen que el abordaje integral de su salud, no solo la física, también la mental, sea especialmente importante. Asimismo, el colectivo hace hincapié en la importancia de la formación en esta materia de los profesionales sanitarios.
En el Día del Orgullo LGTBI, abordamos la salud de este colectivo. Desde la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales y más (Felgtbi+) trasladan que las circunstancias sociales, que no se dan en el resto de la población, pasan por ejemplo por que en el ámbito sanitario se presuponga la heterosexualidad, lo que tiene una serie de consecuencias.
“La presunción de heterosexualidad hace que muchas mujeres no acudan con regularidad a revisiones ginecológicas porque su realidad no se ve, digamos, reconocida. Se da por hecho que son heterosexuales y se tienen que enfrentar a una serie de situaciones en la consulta que pueden llevar a que a que eviten acudir. Eso repercute en su salud sexual y reproductiva, entre otros”, afirma la vicepresidenta de la Felgtbi+, Paula Iglesias.
Un artículo específico en la ley trans y LGTBI
La Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI dedica un artículo específico a la protección y promoción de la salud de las personas del colectivo.
De esta forma, recoge que las Administraciones Públicas realicen actuaciones encaminadas a garantizar que todas las estrategias, planes, programas y actuaciones que desarrollen en el ámbito de las políticas sanitarias incorporen las necesidades particulares de las personas LGTBI.
También a promover mecanismos de participación efectiva de las personas LGTBI, a través de sus organizaciones representativas, en las políticas relativas a la salud.
La promoción del estudio y la investigación de las necesidades sanitarias específicas del colectivo, “adaptando a este fin los sistemas de información sanitaria y vigilancia de enfermedades”, y facilitar que las estrategias, planes y actuaciones de promoción de la salud y prevención, se dirijan a abordar y reducir las desigualdades identificadas, son otras de las medidas incluidas en la norma.
Asimismo, el texto en vigor insta a la orientación en la formación del personal y de los profesionales de la sanidad al conocimiento y respeto de la orientación sexual, identidad sexual, expresión de género y características sexuales, así como de las necesidades sanitarias específicas de las personas LGTBI.
Riesgos para la salud mental
La vicepresidenta de la FELGTBI+ sostiene que cuando se refiere a la salud integral, incluye por supuesto la mental porque el colectivo “está expuesto” a la LGTBIfobia, a situaciones de discriminación y de no reconocimiento de la identidad.
Esas situaciones merman la salud mental de las personas LGTBI y, como consecuencia, también la física.
A juicio de Iglesias, los profesionales que atienden a las personas LGTBI tienen que tener en cuenta sus particularidades y circunstancias, especialmente en las consultas ginecológicas y urológicas, insiste, pero en todas en general.
“Eso es algo que debe implementarse desde la formación en la carrera universitaria. Te puedo hablar en primera persona, aunque acabé la carrera hace unos años, estudié medicina y no se nos planteaba la posibilidad, por ejemplo, de tener delante a una persona trans”, prosigue la vicepresidenta de la Felgtbi+.
La formación de los profesionales
De ahí que estas situaciones se tengan que abordar, en opinión de Iglesias, durante la formación de los futuros profesionales de la salud y los que ya ejercen para evitar “no solo situaciones incómodas sino discriminatorias”, lo que puede hacer mella en la salud mental y física del colectivo.
Y no solo en el ámbito de la atención primaria y hospitalaria, también en los profesionales que trabajan en los centros sociosanitarios como las residencias de mayores.
Prevención sin estigma
La Felgtbi+ incide también en la importancia de la prevención pero, en este punto, Iglesias aclara en cuanto a las infecciones de transmisiòn sexual ITS, que éstas no entienden de orientaciones sexuales, ni de identidades, y que pueden afectar a cualquier persona.
“Yo creo que el mensaje que hay que lanzar es que hay prácticas de riesgo y esas prácticas de riesgo las puede llevar a cabo cualquier persona, independientemente de su identidad e independientemente de su orientación. Si lanzamos otro mensaje estamos estigmatizando”, abunda la vicepresidenta de la Felgtbi+.
Además, subraya que, por otro lado otorga una “sensación de invulnerabilidad” de la gente que no pertenece a ese grupo y eso “también es peligroso”.
Sí señala Iglesias que es cierto que hay ciertas prácticas que tienen más riesgo, que hay determinados momentos, como son fiestas a las que puede acudir cualquier tipo de persona, que “puede tener cualquier tipo de relación entre cualquier identidad u orientación”, y que tienen más riesgo.
“Quizás la prevención, pues tiene ahí sus cosas más particulares, pero el mensaje que hay que trasladar es que son las prácticas las que pueden tener riesgos si no tomamos precauciones, independientemente de con quien las estemos realizando”, zanja la vicepresidenta de la Felgtbi+.