Un equipo de investigación ha descubierto en Marruecos un extraño fósil de mosasaurio con aristas a lo largo de los dientes y una superficie rugosa. Se trata de un tipo de dentadura que ha sorprendido a los especialistas, pues no se conoce algo similar en ningún reptil. Esta extraña característica es lo que ha animado a los descubridores a nombrar la especie como Stelladens mysteriosus.
Una dentadura única en el reino animal
Mosasaurus es un género extinto de reptiles marinos que vivió en la era de los dinosaurios. En concreto, Stelladens mysteriosus vivió durante el Cretácico Superior, hace unos 100 millones de años y se extinguió junto a los dinosaurios y el 90% de las especies del planeta hace 66 millones de años a causa del cataclismo generado por el impacto de un asteroide en la Tierra. Este misterioso animal presenta unas curiosidades morfológicas que despiertan tanta fascinación como dudas entre los científicos que lo han descubierto.
Tenía el doble del tamaño de un delfín, pero, sobre todo, destaca la forma de sus dientes, con crestas como si fueran tallos que recorren el exterior de las piezas dentales, dispuestos en forma de estrella, por lo que recuerda a un destornillador de estrella que se fuera ensanchando desde la punta hacia la base. La mayoría de los mosasaurios conocidos presentan dos crestas en los dientes, una en la parte delantera y otra en la trasera, lo cual les ayudaba a cortar a sus presas. Pero el fósil de S. mysteriosus tiene entre cuatro y seis de estas crestas rodeando cada uno de sus dientes. Nicholas R. Longrich, del Departamento de Ciencias de la Vida de la Universidad de Bath, en Reino Unido, encabezó el equipo de investigación y remarcó lo excepcional del hallazgo:
“Es una sorpresa. No es como ningún mosasaurio, ni ningún reptil, ni siquiera ningún vertebrado que hayamos visto antes”.
La doctora Nathalie Bardet es especialista en reptiles marinos del Museo de Historia Natural de París y también se mostró sorprendida ante la peculiar característica de la dentadura de S. mysteriosus:
“He trabajado con los mosasaurios de Marruecos durante más de 20 años, y nunca había visto algo así antes. Estaba perpleja y asombrada”.
Un depredador especializado, pero ¿en qué?
Según los resultados del estudio, publicados en la revista “Fossils”:
“Los mosasáuridos, un clado de marinos escamosos especializados, vieron una importante radiación adaptativa en el Cretácico superior, desarrollando una amplia gama de tamaños corporales, formas y morfologías dentales especializadas. Las faunas de mosasáuridos más diversas conocidas provienen de los fosfatos del Maastrichtiano tardío de Marruecos. […] La morfología de los dientes y el fragmento de mandíbula asociado sugieren afinidades con Mosasaurinae. No se conocen análogos cercanos a la morfología dental única de Stelladens , ni existentes ni extintos. Puede haber tenido una dieta inusual y altamente especializada, una estrategia especializada de captura de presas, o ambas. La diversidad de dientes de mosasáuridos es mucho mayor que la de los plesiosaurios, ictiosaurios o mamíferos marinos existentes, y probablemente refleja tanto la diversidad ecológica de los mosasáuridos como los complejos mecanismos de desarrollo responsables de la formación de dientes en los mosasáuridos”.
Efectivamente, el hecho de haber encontrado varios dientes con esta forma única es una evidencia de que estamos ante una mutación y no el resultado de una patología concreta que pudiera sufrir el espécimen hallado. El equipo de investigación supone que esta configuración de los dientes debió ser una adaptación a una estrategia de caza especializada o un tipo de dieta concreto, pero por ahora solo pueden teorizar al respecto, pues, según Longrich:
“No tenemos idea de qué estaba comiendo este animal, porque no sabemos de algo similar vivo hoy o del registro fósil. Es posible que haya encontrado una forma única de alimentarse, o tal vez estaba llenando un nicho ecológico que simplemente no existe en la actualidad. Los dientes parecen la punta de un destornillador Phillips, o tal vez una llave hexagonal”.
El desgaste que muestran los dientes descarta que el objetivo fueran presas de cuerpo blando. Pero los dientes de S. mysteriosus tampoco serían lo suficientemente fuertes como para poder morder con éxito animales acorazados como las almejas o erizos de mar.
“Había animales extraños que vivían en el Cretácico (ammonites, belemnites, baculites) que ya no existen. Es posible que este mosasaurio comiera algo y ocupara un nicho, que simplemente ya no existe, y eso podría explicar por qué nunca se vuelve a ver nada como esto. La evolución no siempre es predecible. A veces se dispara en una dirección única, y evoluciona a algo que nunca antes se había visto, y luego nunca vuelve a evolucionar”.
La inabarcable historia de la vida
Según los especialistas, los mosasaurios se extinguieron en su apogeo, cuando más habían logrado dispersarse y diversificarse. El hallazgo cobra especial relevancia no solo por lo extraordinaria y única que resulta la forma de los dientes de este reptil marino, sino que, a pesar de los años de trabajo empleados en el Cretácico de Marruecos, se siguen descubriendo especies nuevas que escapan de todos los parámetros conocidos hasta la fecha. Y es que si algo ha demostrado la evolución de la naturaleza en nuestro planeta es que tiene mucha imaginación.
“La fauna ha producido una cantidad increíble de sorpresas: mosasaurios con dientes dispuestos como una sierra, una tortuga con un hocico en forma de esnórquel, multitud de vertebrados de diversas formas y tamaños, y ahora un mosasaurio con dientes en forma de estrella”.