‘Forza Motorsport’ siempre ha sido sinónimo de simulación en juegos de conducción y esta octava entrega de la saga viene sin numerar por un buen motivo: se abre una nueva etapa para la franquicia. He tenido la oportunidad de ver una demo en Los Angeles, donde Xbox ha celebrado su showcase y este ‘Forza’ arranca una nueva era porque muchos de sus cimientos se han reconstruido desde cero: las físicas, la IA e incluso el sonido.
El juego, como no podía ser de otra forma se ve de escándalo. Incluso sin el HDR activado, ya que por desgracia la televisión donde me mostraron el juego no disponía de esta opción. Pero la resolución 4K y los 60 FPS hacen de por sí que las carreras sean todo un espectáculo visual. Sobre todo sumado a los ciclos de día y noche y las diferentes condiciones atmosféricas.
Desde Turn 10 hablan de las mejoras de las físicas centrándose sobre todo en los neumáticos que han pasado de tener un único punto de contacto a ocho. También han reconstruido el sistema de suspensión y la aerodinámica.
Pero es la mejora de la IA la que se me antoja interesante porque gracias a ella nuestros rivales en la pista ya no disponen de ventajas artificiales ni el conocido como rubberbanding, una técnica que hacía que los coches rivales se mantuvieran pegados al nuestro para mantener la emoción de la carrera. Ahora, los otros vehículos conducen en las mismas condiciones que nosotros, con las mismas físicas y pueden ser todo lo rápidos que podría ser un jugador humano.
Una IA más justa
Los desarrolladores, además, han creado un sistema de recompensas dependiendo de cómo queramos que sea de buena esta IA: cuanto mejor la hagamos, mayores recompensas recibiremos por ganar la carrera. También podremos ganar más si decidimos empezar en la parrilla de salida en la parte de atrás. Cuanto más lejos del primer puesto, mayor será nuestro premio. Y de este modo tendremos varias opciones para que el juego sea más difícil si lo deseamos, pero haya más recompensas. Estos puntos se usarán para subir de nivel nuestro coche. Sí, subir de nivel. De hecho, entre risas, han denominado a este sistema como “CaRPG”.
Y por supuesto, siguiendo con la personalización enfermiza, no se trata solo de mejorar el coche de forma general, sino que puedes asignar a cada pieza del coche los puntos de mejora. Esta asignación no es permanente y puedes jugar a balancearlo de una forma u otra dependiendo de la carrera que tengas por delante. Antes de lanzarnos a competir podremos probar nuestra configuración en el circuito y podremos ver curva por curva si estamos mejorando nuestro tiempo o si por el contrario necesitamos realizar ajustes.
No soy el mayor fan de la simulación y soy más de ‘Horizon’ que de ‘Motorsport’. Pero al César lo que es del César: esta nueva entrega pinta muy bien para los amantes de los juegos de conducción. Sobre todo porque de lanzamiento tendremos la friolera de 500 vehículos y 20 circuitos que además con el tiempo irán incrementándose de forma totalmente gratuita.