El punto caliente del descubrimiento se encuentra en la Zona Clarion-Clipperton (CCZ), una región del Océano Pacífico donde, advierten los científicos, las empresas planean extraer metales valiosos como el manganeso, el níquel o el cobre que son muy necesarios en la industria del automóvil (eléctrico). Las empresas, respaldadas por países como el Reino Unido, EE. UU. y China, quieren explotar estos minerales para venderlos al sector de las energías alternativas. Y hay miles de especies desconocidas para la ciencia que no se han encontrado en ningún otro lugar del planeta. Con una extensión de seis millones de kilómetros cuadrados desde Hawái hasta México, la CCZ es una de las regiones silvestres más vírgenes del mundo.
Pulpos fantasmagóricos, esponjas translúcidas, criaturas brillantes… más de 5.000 animales marinos se encuentran en esta zona crítica del fondo del océano que advierte que la extracción submarina puede tener un costo brutal para una diversa gama de vida que apenas estamos comenzando a comprender.
Un rincón prístino
La zona en cuestión tiene aproximadamente el doble del tamaño de la India, se encuentra entre 4.000 y 6.000 metros de profundidad y como ocurre con estas vastas áreas del océano, también una región muy desconocida para el ser humano.
Ahora, un equipo de científicos, recopilan en un estudio publicado en la revista Current Biology, más de 100.000 registros de animales encontrados en la zona (algunos datando incluso de la década de 1870), de los que, aproximadamente el 90 por ciento de las especies no se habían descrito anteriormente. Unas 5.100 especies, la mayoría artrópodos y gusanos marinos, aparecen sin nombre científico. Pero también hay pepinos de mar, corales, esponjas… y un sinfín más de criaturas marinas desconocidas.
Desde México hasta Hawái
Los autores compilaron una lista de verificación de todas las especies y registros de esta zona para comprender mejor lo que puede estar en riesgo cuando comience la minería. “Compartimos este planeta con toda esta asombrosa biodiversidad, y tenemos la responsabilidad de comprenderla y protegerla”, explicó la ecologista de aguas profundas del Museo de Historia Natural de Londres, Muriel Rabone.
La mayoría de los animales identificados por los investigadores que exploran la zona son nuevos para la ciencia y casi todos son exclusivos de la región: solo seis, incluida una esponja carnívora y un pepino de mar, se han visto en otros lugares.
“Hay algunas especies simplemente notables ahí abajo. Algunas de las esponjas parecen esponjas de baño clásicas y otras parecen jarrones. Son simplemente hermosas. Una de mis favoritas son las esponjas de vidrio. Tienen estas pequeñas espinas y, bajo el microscopio, parecen pequeños candelabros o pequeñas esculturas”, comenta Rabone.
Los anélidos y los artrópodos son los grupos mayoritarios en este hallazgo. Annelida es un filo que comprende gusanos segmentados, incluidos organismos familiares como lombrices de tierra y sanguijuelas que exhiben simetría bilateral y poseen un sistema circulatorio cerrado, un verdadero celoma (cavidad corporal) y un sistema nervioso bien desarrollado. Arthropoda, por otro lado, es el filo más grande del reino animal y abarca una gran variedad de animales invertebrados: insectos, arañas, crustáceos y milpiés. Muestran una notable diversidad en tamaño, forma y estilo de vida, ocupando casi todos los hábitats de la Tierra. Ambos filos exhiben una notable adaptabilidad y han colonizado con éxito una amplia gama de hábitats.
En el ojo del huracán
El hábitat de estas criaturas recién descubiertas está en el ojo de las operaciones mineras en aguas profundas porque contiene el tesoro más grande del mundo de manganeso, níquel, cobalto y otros metales. Alrededor de una sexta parte, aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados, ya se ha prometido a empresas para explotación, por lo que hacer público este descubrimiento es crucial. Es más, los científicos inmersos en esta investigación creen que los datos actuales son la «punta del iceberg» en términos de comprender completamente la biodiversidad de la Zona Clarion-Clipperton y que podría haber entre 6.000 y 8.000 especies más desconocidas hasta ahora.
¿Qué efectos tendría la minería en este ecosistema y los ecosistemas que se encuentran sobre ellos, en la superficie? Los expertos enfatizan la importancia de aprender más sobre estas nuevas especies, y cómo están conectadas con el entorno más amplio que las rodea. Está claro que, por el momento, necesitamos comprender mejor este entorno tan diverso y tan único en nuestro planeta.