La vicepresidenta estadounidense luego aclaró que la administración de Joe Biden tiene como prioridad la evacuación segura de los ciudadanos.
RT.-La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, fue objeto de polémica después de que soltara una carcajada cuando los reporteros le preguntaron sobre la situación en Afganistán tras la retirada del contingente estadounidense, una situación que dio paso a que los talibanes* terminaran por tomar el control de la capital.
El pasado 20 de agosto, Harris se acercó a periodistas locales antes de tomar un vuelo a Singapur, en el marco de una visita oficial al sudeste asiático. En seguida, una reportera intentó hacerle una pregunta, pero la vicepresidenta se rio e interrumpió la cuestión referente a Afganistán.
«Espera, espera. Cálmense todos», dijo Harris y soltó una carcajada previo a emitir un posicionamiento sobre el cuestionado papel del gobierno de Joe Biden en la nación asiática.
«Nosotros no podríamos tener una prioridad más importante en este momento. Y en particular, la principal prioridad es asegurarnos de que evacuemos de manera segura a los ciudadanos estadounidenses; los afganos que trabajaron con nosotros; los afganos en riesgo, incluidas las mujeres y los niños», agregó la vicepresidenta.
Polémica
La risa de Harris en el contexto de la crisis que se vive en Afganistán generó una ola de polémica en la Red.
«La vicepresidenta necesita entender cuándo no reírse. Aprecio que tenga sentido del humor. Pero por el momento, no es una cuestión de risa», cuestionó una usuaria en Twitter.
Otra internauta señaló que la risa sobre cualquier cosa puede resultar molesta para muchos estadounidenses.
«¿Qué es «gracioso» acerca de que nuestros ciudadanos estén atrapados en Afganistán? Nada«, expresó.
En contraparte, otra usuaria de Twitter apuntó que la polémica risa de la vicepresidenta estadounidense podría deberse a un «reflejo nervioso«. En este sentido, un internauta sugirió a Harris trabajar en solucionar «la risa nerviosa» que suelta «en cada ocasión inapropiada«.
El 14 de agosto, los talibanes tomaron Kabul y dieron por finalizada su ofensiva por todo Afganistán, mientras el presidente Ashraf Ghani renunciaba a su cargo y abandonaba el país.
Ante el regreso al poder de los talibanes, miles de personas se apresuraron a abandonar Afganistán y el aeropuerto de la capital fue escenario de caos y estampidas. Biden reconoció que la evacuación de Kabul ha sido una de las «más difíciles de la historia».
El inquilino de la Casa Blanca informó el pasado fin de semana que unas 13.000 personas han sido evacuadas de Afganistán desde el 14 de agosto y que unos 6.000 militares estadounidenses permanecen en el país asiático.