Si algo están demostrando los modelos de inteligencia artificial generativa como ChatGPT o Midjourney es su capacidad creativa. El problema para muchos es que en realidad esa capacidad de crear y generar ideas no es original. No tanto como para poder considerar a una máquina como una verdadera escritora, una artista o, por qué no, una inventora.
Qué ha pasado. La Oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos (USPTO) está recabando comentarios sobre los últimos avances en inteligencia artificial y cómo eso puede influir en la actual gestión de patentes e invenciones. ¿Se podría considerar que las contribuciones de la IA en una invención son suficientes como considerar a estos sistemas como inventores o coinventores de algo? ¿Son las invenciones generadas por una IA patentables?
Google dice que de eso nada. Para el gigante de las búsquedas la respuesta es un rotundo no. Según indican en Axios, los responsables de la empresa de Mountain View han enviado un comunicado a la USPTO según el cual «creemos que la IA no debe ser etiquetada como inventora bajo las leyes de patentes de EEUU, y creemos que la gente debería tener patentes sobre las innovaciones [que se hacen] con la ayuda de la IA», indicó Laura Sheridan, asesora principal de patentes de Google, a este medio.
Hay que revisar las patentes. En Google, añadía esta asesora, esperan que la USPTO «emita directrices claras sobre esta cuestión y dirija su atención a proporcionar formación técnica a los examinadores de patentes que examinan las invenciones relacionadas con la IA». La empresa deja claro que será necesario revisar cuidadosamente las nuevas patentes que lleguen, sobre todo por si la IA acaba siendo utilizada para tratar de inundar el sistema de solicitudes creadas por estos sistemas.
Los humanos inventan, las máquinas no (de momento). De hecho, añadía, «los usos actuales de la IA en la industria están dentro de la zona en la que los humanos son nombrados correctamente como inventores y la IA se utiliza como una herramienta en el proceso de invención. Esperamos permanecer en esta zona durante algún tiempo». La IA puede ayudar en el proceso, desde luego, pero en Google recomiendan no considerarla siquiera como coinventora. Eso sí: parecen abrir la puerta a que eso acabe ocurriendo en algún momento.
Campo de minas legal. Las IAs generativas están planteando enormes dilemas legales. Getty Images demandó a Stable Diffusion por (supuestamente) robarle sus fotos, y Microsoft CoPilot también ha recibido una demanda similar por el uso de código fuente de programadores que no han dado su consentimiento para ello. El propio ChatGPT ha usado millones de textos para ser entrenado y muchos de ellos tienen copyright, y todas las creaciones generadas a partir de esos datos están ahora en un limbo legal. ¿Cómo considerarlas? Esa es de momento una pregunta sin respuesta.