NVIDIA no puede vender a China sus mejores GPU para aplicaciones de inteligencia artificial. La alianza occidental liderada por Estados Unidos siempre se ha mostrado reacia a entregar a este gigantesco país asiático sus tecnologías más avanzadas, pero el pasado 7 de octubre de 2022 la Administración de Joe Biden apretó su puño al máximo al incluir toda la industria china de los semiconductores en la lista que refleja el alcance de sus sanciones.
Una de las compañías estadounidenses que se está viendo más afectada por las prohibiciones que aspiran a frenar el desarrollo tecnológico de China es, precisamente, NVIDIA. El Departamento de Comercio es la institución que, entre otros cometidos, entrega las licencias de exportación a las compañías de EEUU, y la empresa que dirige Jensen Huang tiene prohibido vender al país de Xi Jinping sus GPU A100 y H100, que son sus chips para inteligencia artificial (IA) más avanzados.
El mercado chino es una fuente de ingresos muy importante para algunos diseñadores y fabricantes de semiconductores estadounidenses, lo que ha provocado que algunos de ellos busquen la forma de eludir las sanciones sin entrar en conflicto con la Administración. NVIDIA lo ha logrado. Su estrategia le está permitiendo mantener su relación comercial con China, y, a la par, está ayudando a las empresas de esta potencia asiática involucradas en el desarrollo de la inteligencia artificial a seguir prosperando en esta disciplina.
La inteligencia artificial china sigue adelante tirando de ingenio (y esfuerzo)
China no puede permitirse quedarse fuera de juego en el mercado de la IA. Actualmente sus tres empresas mejor posicionadas en este ámbito son Baidu, Alibaba y SenseTime. Estas tres compañías tienen modelos de inteligencia artificial diseñados para implementar servicios de visión artificial, procesamiento natural del lenguaje y generación de contenidos, entre otras capacidades, y de no ser por el respaldo de NVIDIA probablemente a corto plazo no podrían seguir desarrollando su negocio en esta área.
Y es que esta compañía tiene el beneplácito del Departamento de Comercio estadounidense para vender en el mercado chino sus GPU A800 y H800, que son versiones ligeramente simplificadas de los procesadores gráficos insignia que he mencionado en el segundo párrafo de este artículo. En la práctica estos chips limitan las capacidades de las plataformas multi-GPU que son necesarias para entrenar los modelos de inteligencia artificial más sofisticados, pero los expertos chinos han encontrado la forma de seguir adelante a pesar de las restricciones que les imponen estos procesadores gráficos.
El modelo de lenguaje que reside en la base de ChatGPT necesita según un grupo de expertos que ha sido consultado por The Wall Street Journal el respaldo de entre 5.000 y 10.000 GPU A100 de NVIDIA. Según Yang You, que es profesor en la Universidad Nacional de Singapur y fundador de la empresa HPC-AI Tech, para obtener una capacidad de procesamiento equiparable los ingenieros chinos que trabajan en el ámbito de la inteligencia artificial necesitan emplear aproximadamente el triple de chips A800 o H800, por lo que el coste de su infraestructura de hardware es mucho más alto.
Aun así, a las empresas chinas les salen las cuentas. De hecho, Tencent puso a punto durante el pasado mes de abril un clúster de GPU H800 de NVIDIA diseñado específicamente para entrenar su modelo de inteligencia artificial generativa. Además, los técnicos de las empresas chinas están elaborando métodos ingeniosos que les están permitiendo seguir desarrollando su ecosistema de IA a buen ritmo.
Los dos más eficaces consisten en combinar chips de distintos tipos en sus infraestructuras de hardware y desarrollar técnicas de software que persiguen reducir el estrés que conlleva el entrenamiento de los grandes modelos de inteligencia artificial. En la práctica el desarrollo de la IA en China sigue adelante a pesar de las zancadillas de EEUU.