El armamento está resultando un elemento clave en la guerra de Ucrania. Hace unas semanas nos hacíamos eco de los envíos de tanques Leopard 2 que decenas de países han decidido enviar a Ucrania para recuperar zonas invadidas por los rusos. Ayer, la visita del ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, a España nos hizo conocedores de otro detalle importante: nuestro país ha entregado a Kiev misiles antibuque Harpoon.
Un tipo de arma que está logrando mantener a la flota rusa alejada de las costas en el mar Negro.
Un envío en secreto. Si bien España había comunicado el envío de tanques y munición al país del este, nunca había mencionado la dotación de estos misiles antibuque. Aunque ahora todo cuadra. En una rueda de prensa en el Congreso, la ministra de defensa Margarita Robles había hablado del suministro de «cinco sistemas navales», que corresponderían a estos misiles Harpoon AGM-84 con un coste de un millón de dólares cada uno.
A pesar de todo el secretismo (la ministra ha dicho que España actúa con discreción y no hace público todo lo que envía a Kiev), España se suma a Estados Unidos, Dinamarca, Países Bajos y Reino Unido, que también han entregado unidades de estas potentes armas.
¿Para qué? Según el ministro ucraniano, sin el armamento recibido no habría sido posible forzar el alejamiento de la flota rusa a 200 kilómetros de la costa, algo que era necesario para sacar el grano ucranio a través del mar Negro. «Su participación está garantizando que los países africanos reciban el grano ucranio y sobrevivan a la hambruna», explicaba. Y es que estos misiles, que están en servicio en las fragatas de la Armada Española desde hace cuatro décadas, son capaces de destruir barcos desde aire, tierra o mar. Y detener así el avance de las fuerzas navales rusas.
¿Qué son los Harpoon? Esa es la pregunta que todo el mundo se hace hoy y vamos a tratar de responder. En la teoría, es un misil principalmente antibuque que cuenta con un sistema de guiado de búsqueda activa por radar. En la práctica, es un destructor de barcos y objetivos móviles. Se fabrica en EEUU desde 1977, en el pasado por McDonnell Douglas y ahora por Boeing. Pesan entre 519 y 628 kilogramos y miden entre 3,8 y 4,6 metros, pero lo realmente importante es que portan una cabeza de unos 250 kg con un explosivo penetrador que viaja a una velocidad de 0,85 veces la del sonido, es decir, a 281 metros por segundo.
Tal y como se explica en este artículo de Infodefensa, con un alcance de hasta 280 kilómetros, una vez lanzado, el misil vuela hacia la zona del objetivo y allí conecta su propio sensor de búsqueda, localiza al blanco y lo destruye sin que el lanzador tenga que actuar de nuevo. Esto permite que dicha plataforma pueda concentrarse en otras amenazas diferentes.
¿Qué impacto puede tener en la contienda? Si tenemos en cuenta todos los misiles de este tipo que Ucrania ha recibido por parte de varios países y la importancia que cobra tener disponibilidad de armamento para defender zonas estratégicas, bastante. Hay que recordar que Rusia controla casi el total de las costas ucranianas: el mar de Azov, tras tomar la ciudad portuaria de Mariúpol, y el Mar Negro, junto a Crimea, donde tiene la base marítima de Sebastopol.
Según el experto naval del Instituto Hudson Bryan Clark, varias decenas de estos misiles con alcance superior a los 100 km podrían ser suficiente para amenazar a los buques rusos que bloquean la costa ucraniana. De hecho, algunos analistas creen que estos misiles protagonizaron el hundimiento del buque insignia ruso Moskva al comienzo de la guerra.
Ucrania pide más. Aunque el país se ha mostrado agradecido a España por el envío de los Harpoon, ha ido más allá y ha hablado de la posibilidad de que los militares ucranianos reciban formación en España «en el ámbito de los anfibios y los desembarcos» y ha planteado indirectamente la petición de aviones de combate y de defensa antiaérea, dos de los elementos militares que más necesita Ucrania para orquestar la recuperación de territorio. Eso lo incluiría a los Eurofighter españoles, aunque Defensa descarta de momento suministrarlos.
Los que sí viajarán a Ucrania en los próximos días serán los seis tanques Leopard 2 A4 que se han rehabilitado en la planta de Santa Bárbara Blindados (SBB) de Sevilla y que se trasladarán a Polonia por vía marítima para más tarde reforzar el frente ucraniano en la contienda.