Pasar página tras un chasco amoroso nunca es fácil. Si eres adolescente, menos aún. En Nueva Zelanda lo saben y han decidido elevar los desamores juveniles a una cuestión de Estado, colocándolos en el foco de un programa público dotado de un presupuesto millonario que busca, sencillamente, enseñar a sus ciudadanos de menor edad cómo digerir las rupturas. Todo con un fin más ambicioso: «Fomentar las relacione seguras, positivas e igualitarias», libres de «discursos dañinos».
El nombre de la iniciativa: «Love Better», claro.
Cómo afrontar una ruptura. En la vida hay trances de todo color. Los primeros amores están entre los buenos. Los desamores, que también los hay primeros, entre los malos. El objetivo de las autoridades de Nueva Zelanda con «Love Better» es apoyar a sus jóvenes durante el mal trago de las rupturas con un propósito último que va más allá del mazazo que supone el fin de una relación. Lo que quieren sus autores es educar a largo plazo, sembrar una semilla que permita «desarrollar actitudes positivas y de por vida para hacer frente al dolor».
«Al apoyar a los jóvenes a través de estas experiencias formativas podemos impactar de forma positiva en la forma en que abordan las relaciones futuras», razona la ministra adjunta de Desarrollo Social y Empleo, Priyanca Radhkrishnan, que presenta la iniciativa como «una campaña de prevención primaria».
Más allá de los adolescentes. «Love Better» se centra por lo tanto en los jóvenes, pero su objetivo último va más allá. Lo que busca —subraya el Ejecutivo neozelandés— es «fomentar relaciones seguras, positivas e igualitarias». «La meta es interrumpir y cambiar discursos y comportamientos dañinos en torno a relaciones que son universales y afectan a todos los jóvenes», zanjan.
Si el foco se centra en la adolescencia es porque es la etapa de aprendizaje, en la que se lidia con los primeros flechazos… y también los primeros desengaños. «Es un período en el que nuestras creencias y actitudes sobre el sexo, las relaciones y el género pueden ser desafiadas o reforzadas», argumenta el ministerio de Desarrollo Social y Empleo, que reivindica el carácter pionero de la iniciativa.
Con las cifras muy presentes. No todo es retórica. Las autoridades de Nueva Zelanda manejan algunos datos de partida, incluido uno llamativo: hace un tiempo sus expertos salieron a la calle para preguntar a los jóvenes cómo afrontaban las rupturas sentimentales. De los encuestados, la mayoría, el 68%, reconoció haber sufrido malas experiencias que iban más allá del dolor esperable del trance.
Entre esas consecuencias detectadas por los expertos se incluían autolesiones, depresión, abuso de sustancias, conductas sexuales de riesgo, violencia, coerción, chantaje, comportamientos celosos y vengativos e incluso el acoso. «Más de 1.200 jóvenes del país nos han dicho que necesitan apoyo para lidiar con las primeras experiencias de amor y de dolor. Las rupturas se identificaron como un desafío común”, explica Radhakrishnan: “Queremos apoyar a nuestros jóvenes”.
Acabar con una realidad «vergonzosa». La mirada del Gobierno va más allá de la adolescencia o los romances de instituto. La nación padece una de las tasas de violencia doméstica más altas de los países del primer mundo, un grave problema social que ha llevado a sus autoridades a adoptar otras medidas pioneras, como la aprobada en julio de 2018: un «permiso» laboral de 10 días retribuido para facilitar que las víctimas puedan conseguir ayuda sin poner en peligro sus empleos.
«Este enfoque no ha sido probado por ningún gobierno en todo el mundo. Nueva Zelanda tiene estadísticas vergonzosas de violencia familiar y sexual y necesitamos planteamientos innovadores para romper el ciclo», señala Radhakirshnan. «Love Better» entronca de hecho con otra estrategia gubernamental, Te Aorerekura, anunciado a finales de 2021 para erradicar este tipo de comportamientos.
¿Y cuál es su estrategia? La campaña «Love Better» estará dotada de un presupuesto de 6,4 millones de dólares neozelandeses, equivalentes a unos 3,7 millones de euros, y se enmarca en el Plan de Acción para los Jóvenes 2020-2022. La iniciativa se destina a alrededor de 850.000 jóvenes de entre 12 y 24 años.
La campaña se dividirá en varias fases, durante las que se ayudará a los jóvenes a reconocer y canalizar su dolor hacia actitudes positivas o normalizar y acabar con el estigma de pedir ayuda. «‘Love Better’ pide a los jóvenes que ‘se apropien de sus sentimientos’. Es prevención primaria”, recalcan desde el Ejecutivo.