Santiago.-La Sociedad Ecológica del Cibao, SOECI, conmemoró el Día Mundial forestal y del agua, dos fechas memorables de importancia capital para la diversidad, el desarrollo y la continuidad de la vida en el planeta tierra.
El agua y el bosque en la Republica Dominicana, generan cada vez mayores preocupaciones porque se reducen, se contaminan y se degradan por encima de su capacidad sostenible. Esto ocurre por descuido gubernamental e indiferencia social, lo cual destruye el patrimonio ambiental ante la mirada indiferente de todos.
En cualquier lugar del mundo, el agua y el bosque deberían ser sagrados, respetados, valorados y protegidos, puesto que constituyen nuestra mayor riqueza natural imprescindible para garantizar la diversidad de la vida y el desarrollo sostenible de los pueblos de las presentes y para las futuras generaciones.
Hoy ambas fechas conmemorativas encuentran a la República Dominicana sumida en una profunda crisis ambiental del agua y el bosque. Actualmente nuestro país arde por doquiera y son talados nuestros bosques de manera irresponsable, incluyendo los manglares y las áreas protegidas, como son los casos del Parque Nacional de Valle Nuevo, Loma Siete Picos, Laguna Saladilla, Diego de Ocampo, Sierra de Bahoruco, Punta Cana, Armando Bermúdez, Reserva de la biosfera de Jaragua, Bahoruco y Enriquillo y Loma Novillero, por sólo mencionar algunos de los más significativos.
Los bosques de varios parques nacionales han sido talados para dar paso a la ganadería, a cultivos de ciclo corto, y en otros casos para plantar aguacates y otros frutos mayores, los cuales erosionan y empobrecen nuestros suelos, y tanto la tierra como el agua terminen precipitadas en el mar.