Un cohete hecho casi en su totalidad con piezas impresas en 3D estuvo a medio segundo de despegar el sábado en su vuelo de debut, pero permaneció en tierra después de dos lanzamientos abortados.
Los motores se encendieron, pero se apagaron abruptamente, dejando al cohete de Relativity Space, llamado Terran, parado en su plataforma.
Los controladores de lanzamiento reiniciaron los relojes de cuenta regresiva y apuntaron al último momento posible de la ventana de tres horas en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral. Pero una vez más, las computadoras de vuelo a bordo detuvieron la cuenta regresiva, esta vez con 45 segundos restantes.
Relativity Space atribuyó el primer problema de la tarde al software de automatización y el segundo a la baja presión de combustible.
El primer intento de lanzamiento, el miércoles, fue abortado en la marca de un minuto debido a una válvula defectuosa.
No hubo noticias inmediatas sobre cuándo la compañía podría volver a intentarlo.
A 110 pies (33 metros), el cohete es relativamente pequeño. Relativity Space dijo que el 85% del cohete, incluidos sus motores, salió de sus enormes impresoras 3D en la sede de la compañía en Long Beach, California.
Dado que se trata de un vuelo de prueba, todo lo que hay a bordo del cohete es la primera impresión en metal 3D de la compañía. La compañía tiene como objetivo poner el recuerdo, junto con la segunda etapa, en una órbita baja y de corta duración.