El legislador oficialista Juan Ameri alega que no sabía que la cámara estaba encendida
La cuarentena y el teletrabajo no se llevan del todo bien en el Congreso argentino. Las sesiones virtuales, con el recinto ocupado por una gigantesca pantalla de video, ya mostraron diputados dormidos, otros cambiándose la ropa con la cámara encendida y hasta algún pilló que puso su foto para disimular su ausencia. En Argentina, hubo escenas de sexo explícito. No se llegó al porno, pero el culpable mereció una suspensión y hasta una posible expulsión.
Los diputados debatían uno de los tantos proyectos de la agenda cuando el presidente de la Cámara, Sergio Massa, cortó en seco a sus compañeros. “Quiero interrumpir el debate de esta ley para plantear una falta grave de un diputado en el marco de las sesiones de asistencia presencial y remota. Se dio una situación que nada tiene que ver con el decoro de esta casa”, dijo Massa. Pidió luego la “suspensión inmediata” del diputado Juan Emilio Ameri, un hombre de su propio partido que representa a la provincia de Salta (norte).
Ante el apuro de Massa por concretar la suspensión, otros diputados preguntaron qué había visto Massa para semejante reacción. La diputada Graciela Camaño, opositora, pidió que se deje todo en manos de una comisión, porque no pensaba votar sobre tablas la salida de alguien a quien no conocía ―Ameri juró como diputado en diciembre de 2019―. “Se dio una situación que ya es casi de público conocimiento, que está circulando en redes”, le dijo Massa. La kirchnerista Cecilia Moreau tomó la palabra y aclaró que Ameri “estaba en una situación muy íntima con su pareja”.
Lo que vio Massa, y el público que siguió las sesiones en el canal de televisión Congreso, fue a Ameri besando los pechos desnudos de su pareja. La escena no pareció el descuido de una accidentada escena de alcoba. La pareja está sentada con la vista fija a la cámara cuando el diputado se gira sin mediación y baja el escote de su mujer. La suerte de Ameri se decidió en unos pocos minutos: fue suspendido y una comisión deberá decidir ahora si lo expulsa definitivamente.
Ameri tiene 47 años, tres hijas y una pareja estable. No es un diputado de alto perfil, pero en diciembre su nombre estuvo en los diarios. Cargaba en su legajo denuncias por acoso sexual a una menor, una adolescente que militaba en su mismo espacio político, y su carrera estuvo cerca de naufragar. El incidente de hoy puede ser el golpe de gracia. Ameri se defendió entre lágrimas. Dijo que el servicio de Internet en su provincia “va y viene” y que no sabía que estaba en vivo.
“Estábamos sesionando, se me cayó Internet y justo mi pareja salió del baño y le pregunté cómo le quedaron las prótesis, porque hace diez días tuvo un implante mamario”, explicó Ameri. La mujer se lamentó por las cicatrices que le dejó la intervención cuando el diputado le pregunto si podía darle un beso. “Y le di un beso en la teta, eso es todo, no es más que eso”, dijo Ameri a Radio con Vos. “La verdad es que estoy muy avergonzado, muy mal, mi pareja está muy mal, esto nos afecta de manera personal, pero también a todo nuestro entorno”, agregó, en declaraciones a Radio Con Vos. Tras la suspensión de Ameri, los diputados y diputadas siguieron con la sesión. Fuente : El País. Federico Rivas Molina