Vladimir Putin, garantizo que continurá “sistemáticamente” con la ofensiva de Rusia en Ucrania.
Putin consagro su primer discurso ante el Parlamento desde abril del año pasado. Una presentación prevista para fin de 2022 que fue anulada con la excusa de “problemas de agenda”, según la versión oficial, cuando desde el frente de batalla sólo llegaban malas noticias para el jerarca ruso.
“Para garantizar la seguridad de nuestro país, para eliminar la amenaza que representa el régimen neonazi que surgió en Ucrania después del golpe de 2014, se decidió realizar una operación militar especial. Paso a paso, cuidadosa y consistentemente, lograremos las tareas que afrontamos”, dijo Putin en su discurso sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento.
Entre los invitados especiales a la Duma se encuentran una importante cantidad de militares en la platea.
“Me dirijo a ustedes en un momento difícil y clave para nuestro país, en un momento de profundos cambios en todo el mundo”, dijo Putin a los altos funcionarios y las élites políticas rusas.
El presidente ruso volvió a arremeter contra Occidente, justificando la invasión acusando a sus rivales de amenazar a Rusia. “Son ellos los que han empezado la guerra. Y nosotros estamos usando la fuerza para ponerle fin”, dijo Putin. “La responsabilidad de alimentar el conflicto ucraniano, de su escalada, del número de víctimas… recae por completo en las élites occidentales”, apuntó.
Según sostuvo, Occidente quiere asestar a Rusia en Ucrania una “derrota estratégica”. “Quieren acabar con ella (Rusia) de una vez y para siempre”, dijo el jefe del Kremlin.
Además, dijo que el bloque sabe que “es imposible derrotar a Rusia en el campo de batalla”, por lo que lanza “agresivos ataques informativos” contra Rusia “tergiversando hechos históricos”, atacando la cultura, la religión y los valores rusos. Y, según expuso, la “pedofilia” se volvió “la norma” en Occidente.
El mandatario aseguró que hizo “todo lo posible, realmente todo lo posible, para resolver este problema por medios pacíficos”, pero culpó a Ucrania de no resolver la situación en el Donbas. “Estuvimos negociando pacientemente una salida pacífica a este conflicto tan difícil. Pero a nuestras espaldas se estaba preparando un escenario completamente distinto”, expresó.
Sostuvo que el régimen de Kiev no atendió los problemas de la región, sino que los agravó: “Solo ganaban tiempo, hacían la vista gorda ante los asesinatos políticos, ante la represión del régimen de Kiev contra los no deseados, ante el acoso a los creyentes”.
“Y quiero enfatizar que incluso antes del inicio de la operación militar especial, Kiev estaba negociando con Occidente el suministro de sistemas de defensa aérea, aviones de combate y otro equipo pesado a Ucrania”, alegó, al tiempo que volvió a acusar a Ucrania de haber intentado “adquirir armas nucleares”.
También acusó a EEUU y a la OTAN de desplegar “rápidamente sus bases militares y laboratorios biológicos secretos cerca de las fronteras” de Rusia, de “dominar el teatro de futuras operaciones militares con maniobras”, y de preparar a una “Ucrania esclavizada para una gran guerra”.
“Y hoy lo admiten públicamente, sin dudarlo. Parecen estar orgullosos, deleitándose en su traición, llamando tanto a los Acuerdos de (paz) de Minsk como al formato de Normandía una actuación diplomática, un farol”, denunció. Putin sostuvo que Occidente jugó por ello “con cartas marcadas”.
Gran expectativa
El portavoz del gobierno, Dmitry Peskov, había anticipado que el líder ruso se centrará en la “operación militar especial” en Ucrania, como la denomina Moscú, y en la economía y los asuntos sociales de Rusia. Muchos observadores también esperan que el discurso aborde las desavenencias de Moscú con Occidente.
Subrayando la expectación, algunos canales de televisión estatales pusieron una cuenta atrás para el evento a partir del lunes, y la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti dijo el martes por la mañana que el discurso podría ser “histórico”.
Peskov dijo a los periodistas que el retraso del discurso tenía que ver con la “agenda de trabajo” de Putin, pero los medios de comunicación rusos lo relacionaron con los múltiples reveses que han sufrido las fuerzas rusas en el campo de batalla de Ucrania.
El año pasado, el Kremlin también canceló otros dos grandes eventos anuales: la conferencia de prensa de Putin y un maratón telefónico muy guionizado en el que la gente hace preguntas al presidente.