Cuando uno oye la palabra contrabando suele asociarlo a estupefacientes, pero la realidad es que en el mundo tecnológico esta práctica también es común. Lo saben muy bien en Hong Kong, donde hace poco los servicios de aduanas descubrieron el intento de ocultar una cantidad enorme de componentes electrónicos.
Pillado. El suceso se produjo en el puesto fronterizo del puente de Hong Kong-Zhuhai-Macao. Según un post de la red social Weibo publicado por el servicio de aduanas chino, hace unos días se examinó un coche sospechoso al pasar por la aduana. En el vídeo incluido en ese artículo —eso sí, muy pixelado— se puede ver cómo el conductor intentaba hacer contrabando de componentes electrónicos.
El botín. Este ciudadano escondía en ese vehículo nada menos que 837 CPUs, 900 módulos de memoria RAM y 10 unidades SSD que no declaró. Es, según las autoridades chinas, uno de los mayores alijos de este tipo realizados desde hace tiempo.
Qué hacen con la mercancía si lo logran. Los contrabandistas no intentan con esta práctica lograr llevar productos prohibidos a la China continental, sino que lo que pretenden es revenderlos con un jugoso margen de beneficio. El truco consiste en comprar esos productos en Hong Kong o Macao, regiones administrativas con un régimen especial y tasas de impuestos nulas, y luego venderlos en China, donde se aplica el 13% de IVA.
Una práctica habitual. En julio de 2021 ya se habló en medios como HKEPC de cómo en esta misma localización se capturó a dos contrabandistas en un vehículo que, tras ser examinado, no tenía nada oculto. Quienes sí lo tenían eran el conductor y el copiloto, que llevaban pegados a su cuerpo 256 procesadores Intel Core i7-10700 y Core i9-10900K con un valor en ese momento de unos 125.000 dólares.
En coche o andando. Esos dos sucesos anteriores involucraban a gente pasando la aduana en coche, pero en marzo de este año un ciudadano chino intentó pasar por la aduana en el puerto de Gongbei. Allí los oficiales le examinaron al notal que la ropa le quedaba algo rara. Llevaba 239 CPUs pegadas en varias partes de su cuerpo, y se trataba de procesadores Intel Core i5 13400F. Con los precios de ese momento, el botín era de nos 50.000 dólares. Y hace unos días, lo mismo con otro ciudadano que llevaba 68 iPhones pegados en sus piernas. Le cogieron al detectar que estaba andando de forma poco ortodoxa, según WCCFTech.