Este sábado, 2 de abril, se cumplen 40 años del inicio del conflicto armado en las Malvinas, cuando los combatientes argentinos se desplegaron para recuperar la soberanía de las islas. La guerra terminó el 14 de junio de 1982 con la victoria de los británicos. A día de hoy, Buenos Aires sigue haciendo valer su reclamo para que Londres reanude las negociaciones sobre la soberanía de la región, con medios pacíficos y apegándose al derecho internacional en los términos planteados por la correspondiente resolución de la Asamblea General de la ONU.
El ministro de Exteriores de Argentina, Santiago Cafiero, resalta en un artículo publicado esta jornada en The Guardian que la lucha de su país por la soberanía de las Malvinas no terminó en 1982. En particular, se lamenta de que 40 años después de la guerra, «Gran Bretaña sigue actuando como si la disputa estuviera resuelta», cuando —subraya— «no lo está».
Tras recordar que ambos países participaron en las negociaciones bilaterales durante 16 años a partir de 1965, que se ajustaron a las resoluciones de las Naciones Unidas, y que se estudiaron varias alternativas en un intento de resolver la disputa tomando en cuenta los intereses de los habitantes de las islas, Cafiero señala que ahora Londres insiste en que «no hay una disputa de soberanía sobre esos territorios».
Disputa pendiente de negociación y resolución
«Creemos que ningún resultado de ninguna guerra puede resolver una disputa reconocida por la comunidad internacional. Esto sentaría un precedente peligroso. El conflicto de 1982 no alteró la naturaleza de la disputa entre ambos países, que aún está pendiente de negociación y resolución», enfatiza el canciller argentino, que cita la resolución de noviembre de 1982 que exige que los dos países reanuden las negociaciones para encontrar una solución pacífica a la disputa.
Entre las recientes propuestas de Argentina figura la reanudación de los vuelos para conectar las islas con el territorio continental del país latinoamericano, así como fomentar el comercio, el turismo y el diálogo. «Argentina no es una amenaza para nadie», subraya Cafiero.
«Pese a ello, el Reino Unido mantiene una importante base militar en el Atlántico Sur, realiza ejercicios militares periódicos en la zona en disputa y mantiene restricciones a la venta de material militar de doble uso a Argentina», indica.
Entre los avances, el ministro de Exteriores argentino destacó los logros en materia humanitaria, como el hecho de que se hayan podido identificar los restos de más de 120 excombatientes argentinos tras tantos años de incertidumbre para, finalmente, dar respuesta a sus familiares.
Honrar la memoria de los argentinos que fallecieron en el conflicto armado tiene una importancia especial para el Gobierno del país, que cada 2 de abril acompaña a los familiares en el dolor.
Bajo el lema ‘Malvinas nos une más que nunca’, la Cancillería argentina ha homenajeado este sábado a los «compatriotas que combatieron con valor y heroísmo por la recuperación del ejercicio efectivo de la soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes».
«Desde la Cancillería hemos redoblado los esfuerzos para lograr el consenso de la comunidad internacional, que debe generar las condiciones para que el Reino Unido retome las negociaciones bilaterales por la soberanía», aseguró el Ministerio de Exteriores en un comunicado.