Santo Domingo. – El Gobierno del presidente Luis Abinader mantuvo subsidios de manera total y parcial en el precio de los combustibles durante los últimos 11 meses, lo que generó una deuda histórica con los importadores por más de RD$13 mil millones solo en el 2021.
Adicionalmente a esto, la gestión anterior había dejado RD$2,400 millones en pagos pendientes, para totalizar la cifra de RD$15,360 millones, monto que ha sido pagado al 100% durante este mes, informó el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes.
En un contexto de crisis económica derivada de la pandemia del COVID-19 que impactó, en todas las economías mundiales, el precio internacional de los hidrocarburos, particularmente los derivados del petróleo, el gobierno dominicano destinó alrededor de RD$13 mil millones para subsidiar los combustibles y evitar transferir las alzas a la ciudadanía, de modo que el 2021 ha sido el año de mayores subsidios a los carburantes.
Esta deuda con los importadores es una disposición amparada en el Decreto 625-2011 para proteger a la población dominicana de los abruptos incrementos en los mercados internacionales. De esta forma se pudo manejar con los importadores un déficit semanal de hasta RD$ 673 millones. Enmarcado en una política de eficiencia y transparencia, el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes ha informado cada viernes los precios de los hidrocarburos, así como el monto semanal de los compromisos asumidos por el Estado con los importadores de este rubro.
Los combustibles son productos importados y el país debe pagar por su costo. De lo contrario, se generaría una paralización del transporte y de la movilización de mercancías, personas y la economía en general. Por ello, desde el MICM se establecieron mesas de trabajo con los importadores para velar por la estabilidad de los precios, en procura del máximo beneficio para la ciudadanía.
Al igual que el resto de los países importadores de combustibles, República Dominicana no tiene control sobre estos precios internacionales e importa los productos ya terminados, como gasolinas, diésel y el GLP. Este último uno de los que más impacta en la economía familiar, por lo cual el gobierno anunció en febrero la congelación de sus precios, gestionando las alzas de manera “responsable y sostenible”, informó el ministro Víctor -Ito- Bisonó.
La tendencia alcista en los precios está estrechamente relacionada con el impacto del COVID-19 y la crisis económica global generadas con las medidas que aplicaron los países para contener la expansión de este virus.