11 mentiras sobre las vacunas del COVID-19 y el grafeno.

Por HUMBERTO CONTRERAS VIDAL

Recientemente un colega químico me ha enviado un video de poco más de 10 minutos. Este video, antes de empezar, muestra una imagen con fondo negro que contiene una jeringa atrapada dentro del símbolo circular que en matemática se utiliza para representar el conjunto vacío. URGENTE, Aviso EXTRAORDINARIO se puede leer en la imagen señalada.

La persona con lentes oscuros (probablemente para leer lo que dice en el video) se presenta como Fernando Gutiérrez (Fafo), y  ha grabado el video el día 18 de mayo de 2024 desde el Colegio con Dinamarca, Colombia según expresa.

Más adelante repite muchas veces la palabra VERDAD. Queriendo significar con esto que todo lo que va a informar se corresponde con la verdad, y agradece a Dawlin Ureña, doctor y científico cristiano dominicano, por cuyas orientaciones hace 4 años, en el día de hoy agradece no haberse vacunado.

El contenido de los tres párrafos anteriores corresponde a una descripción y transcripción parciales de lo que se puede ver y oír en los tres primeros minutos del video.

Se debe decir que la primera vez que me lo enviaron, observé hasta el final durante 10 minutos y 33 segundos el vídeo que nos ocupa. Decidí analizar su contenido y he tenido que detenerme antes de finalizar los tres primeros minutos debido a la cantidad de ideas que no se corresponden con los conocimientos científicos que disponemos en el momento.

 Las siguientes ideas tienen el propósito de quitar cualquier preocupación que puedan tener todas las personas que hayan visto este video y estén contribuyendo a divulgar mentiras de forma inconsciente.

1.      No es verdad que en el mundo se vacunaron seis mil millones de personas.

2.      No es verdad que seis mil millones es el 80 % de la población mundial.

3.      No es verdad que hoy cientos de millones de personas han muerto y seguirán muriendo por haberse vacunado.

4.      No es verdad que todas las marcas de vacunas contienen grafeno.

5.      No es verdad que el grafeno es una partícula de la muerte.

6.      No es verdad que el grafeno es un metal pesado.

7.      No es verdad que el grafeno es un átomo.

8.      No es verdad que el grafeno es 100 mil veces más delgado que un cabello humano.

9.      No es verdad que la gente se haya inyectado una especie de cuchillas de afeitar.

10.  No es verdad que en la sangre aparecen calamares metálicos nanomicrotecnológicos.

11.  No es verdad que bichos metálicos como las máquinas de la Película de Matriz están circulando en la sangre de los vacunados.

Algunas aclaraciones.

El grafeno no es un metal pesado. El grafeno ni siquiera es un metal. Ya que corresponde a una forma alotrópica del carbono. Recuérdese que el carbono no es un metal.

En química, los alótropos son moléculas formadas por un mismo tipo de átomo. Por ejemplo, el oxígeno (O) se une con el mismo y forma dioxígeno -oxígeno molecular- (O2), y si se unen tres átomos de oxígeno entonces tendremos ozono (O3). Se dice que el oxígeno molecular y el ozono son alótropos del oxígeno.

Asimismo, el grafeno, el grafito y el diamante son ejemplos de alótropos del carbono. Como se puede ver, el grafeno no es un átomo, se trata de un material con muchos átomos de carbono que están unidos de una forma especial.

El grafeno, lejos de ser una partícula de la muerte, es uno de los materiales que más atención está recibiendo en la actualidad por los investigadores de la comunidad científica internacional.

Esto se debe a que sus propiedades físicas lo hacen mucho más duro que el acero y al mismo tiempo es flexible y con un mayor grado de transparencia. Posee una gran biocompatibilidad. Esto significa que podrá ser utilizado en medicina para la construcción de prótesis en diferentes partes del cuerpo. Del grafeno se tendrá que escribir un texto más amplio más adelante.

Por otro lado, calamares metálicos nanomicrotecnológicos es una construcción lingüística cuyo nivel de invención me ha provocado risa y pena. Nano y micro no pueden estar en una misma escala. Es como juntar metros y kilómetros en un mismo concepto.

Hay que decir nanotecnológico o microtecnológico pero no ambas escalas a la vez. En el video, esa es una de las partes donde se busca una entonación para que el aspecto científico se vea más sólido. Justo donde hay una barbaridad conceptual.  

Notas finales.

Lo más importante es que al final del video, se plantea una solución que no pone en peligro la salud de las personas. Ya que el supuesto efecto dañino de las vacunas se puede resolver fácilmente rayando rábano y con una maceración de minutos se cuela y se toma esa agua.

La forma de extraer las sustancias químicas a partir del rábano es muy cuestionable desde un punto de vista químico. Ya que una extracción de sustancias en frío y en un tiempo tan breve provoca una reducción significativa en de la cantidad de sustancias que serán extraídas. Además, después de colar la parte rayada del rábano se supone que se desecha perdiendo de esa manera una gran cantidad de nutrientes.

Quizás, el sentido común, aconseja que uno consuma totalmente el rábano como forma de alcanzar el propósito que se persigue.

Es posible, que el aumento de los precios del rábano en los últimos días, esté asociado en parte a la divulgación del video que ha motivado este texto.

La verdad es que las vacunas utilizadas contra el COVID-19 seguirán siendo un tema polémico durante un buen tiempo. Y cualquier idea generalizada que se ofrezca de las vacunas, a favor o en contra, será falsa debido a que todas las vacunas no son iguales.

La composición química de todas las vacunas utilizadas para el COVID-19 no es la misma. Por tanto, nadie puede generalizar sus efectos. Tampoco se ha demostrado científicamente que en ninguna vacuna haya grafeno presente como parte de su composición química.

Lo recomendable es poner atención a las opiniones de profesionales con experiencia en cada área y que sean de su confianza cada vez que sea posible.

No debemos seguir divulgando y creyendo en videos que, en muchas ocasiones, sólo pretenden llamar la atención por razones económicas utilizando el miedo que provoca el desconocimiento.

El autor es doctor en ciencias químicas, residente en Santiago de los Caballeros. huco71@gmail.com